laSexta retoma este domingo 7 de mayo la emisión de 'Anatomía de...', que se centra en el bulo de Ricky Martin, el perro y la mermelada en su segunda entrega. En una entrevista a TVienes, Mamen Mendizábal nos habla del formato de laSexta, que vuelve arropado por el final de temporada de 'Lo de Évole'.
La periodista se encuentra satisfecha con un proyecto al año: "Cada programa al menos tiene siete semanas de trabajo. No es que hagas un formato semanal y trabajes un ratito". Además, no va a echar de menos cubrir las elecciones: "Es algo que he hecho tanto que no lo echo de menos". Finalmente, también hace balance de los datos de audiencia de 'Encuentros Inesperados': "Yo no puedo decir que no funcionara en su totalidad".
El programa vuelve con el bulo de Ricky Martin, el perro y la mermelada. ¿Alguna vez te han colado un bulo?
Probablemente. Con tantas horas de vuelo en directo, a quien no le hayan colado un bulo en estos tiempos que corren que tire la primera piedra. En el periodismo en directo todavía tenemos sistemas de control. Yo soy muy pesada y exigente e intentas que te cuelen los mínimos. Pero de la envergadura de este bulo no hay otro en la historia de España.
¿Cómo has vivido los primeros comentarios y valoraciones tras el estreno?
Estamos muy contentos. El primer programa que emitimos, la estafa paralímpica, define muy bien lo que quiere ser 'Anatomía de...'. Hemos recibido muy buenas críticas y me estoy encontrando también mucha expectación con el asunto de Ricky Martin. Forma parte de nuestra memoria e incluso de nuestra adolescencia. Es nuestra historia, a lo mejor más folclórica, pero está muy bien visitar este tema con lo que ya sabemos hoy pasado el tiempo. Es parte de la esencia de 'Anatomía de...'.
El tiempo nos permite contar la historia que hay tras la historia. Lo que creías conocer, que muchas veces es un titular o tan solo una parte, que está incompleta. Es el tiempo el que pone las cosas en su sitio, porque ha habido un juicio o han aparecido nuevas pistas, hay novedades o una investigación ha hecho que todo eso aflore.
¿Está siendo fácil encontrar todos los testimonios y puntos de vista para poder narrar bien lo que ocurrió en cada caso?
Si es fácil, no es bueno. Normalmente nada es fácil en este trabajo. Primero porque muchas veces la gente quiere olvidar, no recordar. En el caso de la estafa paralímpica, la mayoría de los protagonistas querían olvidar lo que pasó y nosotros queríamos recordarlo para que no volviera a ocurrir. Queríamos contarlo con el contexto necesario. En otros asuntos nos hemos encontrado lo mismo.
Hay sucesos que tratamos, como el desastre que ocurrió en Biescas, que no terminó todo el proceso judicial hasta 15 años después. Hay una verdad judicial que solo se conoce porque ha pasado el tiempo. Mucha gente preferiría olvidar. En el caso de Ricky Martin ha sido todo más fácil. Creo que algunas personas que formamos parte del corazón de la tele teníamos ganas de aclarar este asunto y zanjarlo definitivamente, pero me ha costado convencer a Giorgio Aresu, no creas.
El formato se define por tener una imagen de true crime. ¿Trataréis algún crimen real esta temporada?
Nuestra narrativa, estilo y estética es la del true crime, ese es el formato, pero no es un formato de crímenes. Es un formato que utiliza la narrativa del true crime, con sus elementos narrativos, para contar historias que nos han intrigado en el último cuarto de siglo. Pero no hay crímenes, no hay sangre. O si hay sangre, no ha sido por un apuñalamiento.
¿Crees que ha sido acertada la decisión de hacer un preestreno y volver tres semanas después?
La cadena lo ha decidido así y nos han dado dos ventanas de mucha difusión. Ponernos delante de Évole con la entrevista a Yolanda Díaz es un momento con mucha gente pendiente de lo que está pasando en laSexta. Ponernos ese día delante nos dio mucha repercusión. Y el estreno definitivo, que es este domingo 7 de mayo, que también coincide con el cierre de temporada de Jordi, nos vuelve a dar otra gran oportunidad.
Creo que las estrategias de la televisión no son las convencionales, a las que estábamos acostumbrados, son más eventos y no me ha parecido mal. Nosotros estamos aún en pleno rodaje, por lo que nos ha permitido coger un poquito de oxígeno.
¿Estás contenta con un formato al año o te gustaría poder hacer algo más?
Estoy muy contenta con un formato al año. Estos programas tienen muchísimo trabajo detrás, tienen muchas capas. Cada programa al menos tiene siete semanas de trabajo. No es que hagas un formato semanal y trabajes un ratito. Le dedicas mucho esfuerzo. Es otra manera que la que dedicas al directo y a la rutina diaria, pero con otros tiempos. Y con otros agobios también, al igual que momentos positivos. A mi me gusta mucho la sala de montaje, el proceso de rodaje y los procesos creativos. En este programa hay mucho que hacer en todas las esferas.
En alguna ocasión has dicho que ya no echas de menos 'Más vale tarde', pero te apetece volver al directo con un formato de prime time por ejemplo?
No. Me gustaría hacer lo que estoy haciendo, que me tiene muy feliz y satisfecha. Ya he hecho durante 20 años directo y he estado pegadísima a la información. No puedes echar de menos lo que has hecho en exceso. Echo de menos hacer cosas que no he tocado, que no he hecho y tengo por aprender. Otros retos. Da igual que sea en prime time, por la tarde o por la mañana. Yo lo que quería era cambiar mi rutina laboral y afrontar nuevos retos. En eso estoy, me siento muy afortunada.
¿Entonces tampoco vas a echar de menos cubrir ahora las elecciones, seguir campañas, entrevistar a políticos..?
No (risas). Está muy bien, pero yo ya he aprendido con la experiencia que los políticos en campaña hacen también su propio bucle informativos. Siempre dicen lo mismo y es muy difícil sacarles de lo que tienen aprendido, el programa, el insulto al contrario... Es algo que también he hecho tanto que no lo echo de menos.
Como ciudadana claro que me interesa mucho la política, pero no echo de menos entrevistar a políticos. Ahora prefiero entrevistar a otras personas, aunque en el programa también entrevisto a políticos, pero no desde la guerra electoral.
En la rueda de prensa dijiste que te sentiste del todo cómoda en el entretenimiento después de 'Encuentros Inesperados'...
Me gustó el viaje del año pasado. Cuando haces un cambio, necesitas hacer un cambio y sentir que lo estás haciendo. También después de la pandemia pensamos en algo que introdujera nuevas conversaciones, la religión, la sexualidad... Que podías entrar y que era bueno discutir de esto.
Yo me siento satisfecha de 'Encuentros Inesperados', pero me siento más cómoda en un formato como 'Anatomía de...', en el que la materia prima se parece mucho más a la que yo llevo tiempo trabajando, pero creo que 'Encuentros Inesperados' fue un formato muy necesario justo al terminar, para que fuese mi resaca de tantos años de información.
¿Cómo viviste los datos del programa? ¿Qué falló para que no funcionara?
Fallaron muchas cosas probablemente, pero yo lo veo diferente, porque la primera entrega fue el programa más visto de la cadena en un año. Eso nos dio mucha energía. Y lucha de clases tuvo un enorme éxito, con Cayetano Martínez de Irujo y Rufián. Tenía audiencias desiguales. Yo no puedo decir que no funcionara en su totalidad 'Encuentros Inesperados'.
Tuvo enorme repercusión en algunos aspectos y conseguimos reunir en una mesa para hablar a gente que nunca se había sentado nunca. Oriol Junqueras con Mario Vaquerizo hablando de religión en televisión, eso ya es un éxito, más allá de la audiencia, que también fue buena. Decir que no funcionó del todo es sesgado, funcionar unos y otros no.