Telecinco estrena este lunes 12 de diciembre 'Para toda la vida: The Bachelorette'. En este dating show presentado por Jesús Vázquez, Sheila Martori se lanza a encontrar al hombre de su vida entre 20 jóvenes solteros dispuestos a conocerla a través de una romántica aventura. Hablamos con Jesús Vázquez, maestro de ceremonias de 'Para toda la vida: The Bachelorette', en una entrevista en TVienes.
Jesús Vázquez habla del amor y de lo complicado que ha supuesto no implicarme mucho con la protagonista y sus pretendientes. Además, también tiene unas palabras para Paolo Vasile ante su marcha de Mediaset.
Sheila es una chica independiente, guapa, ¿qué es lo que puede hacer que una chica así hoy en día encuentre difícil encontrar el amor?
Pues no lo sé, supongo que la vida que vivimos tan loca, tan ajetreada, tanta red social, tanto móvil, tanto virtualismo... Con todo eso, se ha perdido un poco. Yo que ya tengo una edad soy de la época de antes de las aplicaciones, ahora la gente entra a Tinder o Grindr y hace un match, quedan, echan un polvo y se van a su casa y casi ni han hablado. Entre el estrés, la vida, el ligar se ha convertido en una cosa como old fashion y a la gente le cuesta encontrar el amor. También encontrar el amor es jodidamente difícil, no es una cosa que se encuentre cada fin de semana. Tampoco pasa nada por no encontrarlo, hay que vivir, hay que disfrutar, hay que relacionarse, hay que tener historias... Aunque encontrarlo es muy chulo.
Has comentado lo de old fashion, ¿te ha llamado la atención algo de ellos a la hora de conquistarla?
No, ellos lo hacen muy bien. No sé si están tan entrenados como estábamos antes o porque ella les gusta mucho y les impresiona. Cuando estás en las distancias cortas, ella es una tía que va con toda la emoción dentro, pero que te aguanta la mirada y a veces eres tú el que acaba diciendo "no me mires así, que me estoy poniendo nervioso". Tiene una especie de tranquilidad cuando te clava la mirada y sonríe a ellos les impresiona mucho. Ella juega con esa baza.
¿Cómo ha sido esa parte más de coach y de hermano mayor con Sheila?
Me ha gustado mucho porque ella es una niña estupenda. Y es verdad lo que cuenta en el programa. Ha tenido algunas experiencias bastante negativas a nivel afectivo que le han marcado mucho. En cuanto intimas un poquito con ella, detrás hay una niña de 26 años con muy buenos valores, muy buenos principios y muy buen corazón. Para mí eso es un bombón. Un modelazo, cariñosa, simpática, inteligente, empoderada, es el sueño de cualquier gay como mejor amiga. Tuvimos mucha química desde el primer momento. Me ha contado todo, los conozco a ellos mejor que sus madres como los trajeron al mundo.
Comentabais antes que ha sido una experiencia vital, ¿en la tele hay mucha más verdad de la que parece?
En la tele, si no hay verdad, la cosa no funciona. Yo llevo 32 años haciendo tele y cuando yo no siento que lo que estoy haciendo es verdad, casi siempre pasa que luego el producto no funciona. Y cuando hay verdad, aunque la gente se crea que no, que todo está inventado, sobre todo cuando juegas con sentimientos, emociones, cuando uno pone de sí mismo, sale la verdad. Y no hace falta que sea el amor para toda la vida, hay otro tipo de emociones compartidas que son verdad en la tele. Nosotros podemos intentar hacer un guion, pero cuando la gente pone el corazón encima de la mesa, los sentimientos, las ganas y la pasión, no hay guion que lo resista.
En 'The Bachelorette' hacíamos nuestros guiones, nuestras escaletas, nuestras quinielas y luego llegaba ella y hacía cosas que no nos las esperábamos. De repente se rompe el programa porque no solo no le ha dado la rosa a quien nosotros nos esperábamos, sino que se ha cabreado con otro y dice que no sigue la ceremonia. Eso es muy verdad y pasa todo el rato en este programa.
En ese sentido, ¿qué equilibrio tienes que guardar tú entre implicarte y mantenerte al margen?
Ahí he estado jugando yo. Sigo siendo el mismo de siempre, hago el payaso igual que siempre, soy igual de empático que siempre, pero en este programa todo el rato me sujetaban las riendas. Me decían “no te mezcles tanto. Tú eres el maestro de ceremonias, tú eres el coach de todos por igual, no puedes tomar partido, no puedes que te de más pena uno que otro. Hay un punto a partir del cual tú no te puedes meter, y ellos y sus emociones las tienen que resolver entre ellos”. Y esto me ha costado. He trabajado mucho para contenerme, estoy muy maduro y muy parcial.
¿Cómo ha sido tu relación con los pretendientes? ¿Ha habido alguna historia que te haya llamado la atención de ellos?
Detrás de cada uno de ellos hay una historia. En otros programas no te da tiempo a saber cosas de los participantes, pero en este todas las personas tenemos una historia detrás. Una historia de desengaño, de familias desestructuradas, de problemas con tus padres... Y de repente empiezas a establecer vínculos, no solo los establecíamos con ella sino con ellos.
¿Sufrías cuando alguno era descartado?
Claro, porque los conoces, y también te cuentan. Para ellos también es difícil porque uno siempre se protege en el amor. Cuando uno nota que el corazón le empieza a latir piensa que va a hacer el ridículo porque le va a decir que no, que se va a tener que ir a su pueblo y todo esto lo tenían ellos en la cabeza.
Nuestro trabajo era decirles que abriesen el corazón, que nosotros les íbamos a proteger, a cuidar y que se iban a ir yendo uno por uno, porque al final ella iba a elegir a alguien o a nadie. Y te da pena, porque pasas tiempo con ellos y hablas y te cuentan. Es más allá de un programa de plató, es una experiencia vital que yo estoy feliz de haber hecho.
No sabemos cuál es la decisión final de Sheila, si se ha quedado con alguien o no, pero, ¿estás de acuerdo con lo que ocurre al final?
Me gusta muchísimo cómo acaba el programa y estoy totalmente 100% de acuerdo con su decisión. Ella es más feliz después de terminar el programa que antes de llegar y eso es sobre todo lo más importante.
Desde tu experiencia personal, ¿cuál dirías que es la receta para un amor para toda la vida?
No hay recetas, cada uno construye su historia de amor como puede y como le va saliendo en la vida. Hay recetas que funcionan para unos y para otros no. Yo creo que hay que tener mucha tolerancia, mucha empatía con tu pareja, mucho ponerte en su piel porque a veces tu pareja hace cosas que a ti no te gustan, pero cuántas veces haces tú cosas que a tu pareja le revientan y no lo dice y te cubre. Hay que pensar todo el rato eso porque es así.
Y luego creo que hay que regar todos los días un poquito, todos los días hay que hacer una pequeña cosa, una cosa que rompa la rutina. Por ejemplo un WhatsApp, un emoticono, mándale una rosa, hay que echarle un poquito de agua porque es como las plantas, sino se secan.
Lo que sí es para toda la vida es tu idilio con Mediaset, ¿cómo estás viviendo el momento con la marcha de Vasile?
Me remito a que Mediaset y yo vivimos una larguísima historia de amor. Con Paolo he hecho los mejores programas de mi vida y eso es algo que nadie ni nada va a cambiar pase lo que pase a partir de ahora y es algo que le debo. Estaré siempre en deuda con Paolo Vasile porque él trajo a este país ‘La Voz’, ‘Operación Triunfo’, ‘Supervivientes’, ‘Gran Hermano’ y todos los programas en los que yo he crecido como persona y como profesional. Todos me los ha traído él, incluso ‘The Bachelorette’. Ahora viene un cambio de ciclo, y bienvenido sea, pero que conste eso.