atresplayer estrena este domingo 19 de noviembre la serie ‘Camilo Superstar’, la historia de cómo Camilo Sesto trajo ‘Jesucristo Superstar’ a España. La serie retrata un momento concreto en la vida del artista, cuando asumió el riesgo de traer a España el musical internacional en los años 70.
El actor Alejandro Jato es Camilo Sesto en esta nueva producción de atresplayer. Interpreta a un apasionado cantante de 26 años, cuando asume todos los riesgos para traer a España el mayor espectáculo musical que se habría organizado hasta la fecha. Hablamos con el protagonista de 'Camilo Superstar'.
¿Cómo comienza esta aventura de convertirte en Camilo Sesto?
Me llamaron a través de mis representantes, sabía que había amigos y compañeros que lo habían hecho, por lo que fui a una primera prueba. Cómo de primeras no me veía nada en el personaje, fui muy relajado y tranquilo, a disfrutarlo porque dije, tengo la oportunidad de ser Camilo Sesto un rato. Fui a pasármelo bien, seguramente no va a salir, ya que de primeras, por lo que sea, no me ubicaba ahí.
La primera prueba fue bien, les gustó e hicimos una segunda ya con más secuencias. Me encantaron las secuencias y el texto, las disfruté mucho. También, hicimos una tercera prueba en casa del director con la barba, que fueron como dos horas para ponerla, la peluca, la guitarra…
Estuvimos una mañana entera grabando cosas y muy distendido, nos entendimos súper bien. Y, ahí ya dije, a ver estaría muy bien que saliera porque, aparte de la historia que me gustaba, con Curro me entendí súper bien. Ya cuando salió, me dieron una alegría y rápidamente pensé, Dios… Ahora hay que hacerlo, la que viene...
¿Cómo has preparado el tema del acento?
Con muchos videos de él de esa época y un poco más adelante. Es verdad que cuando llegó a Madrid se quitó mucho el acento y, a medida que pasaron los años, se fue desinhibiendo más y el acento le fue aumentando. También, veía muchos vídeos de Tele Alcoy en Youtube, y con eso fui trabajando un poco. Luego, fui un tiempo a una foniatra para que me ayudara porque, al principio, me hacía un poco de daño probándolo.
¿Has quemado los vídeos de Camilo, te has ido a dormir soñando y pensando en Camilo?
A veces, me despertaba con sus canciones a las tres de la mañana, en plan tío no… ¡Para ya!.
Antes de la serie, ¿Qué conocías de Camilo? ¿Te habías quedado con esa etapa de declive, que por tu edad es más próxima?
A mí de pequeño me gustaba bastante la música de los 70 por amigos que convivían mucho con sus abuelas. Ellos me transmitieron mucho Serrat, Rocío Jurado y todos los cantantes de esa época. De Camilo, no había escuchado tanto, pero si le conocía bastante.
Mi tía me regaló un recopilatorio de 2004 del número 1 y en Bachillerato lo escuché mogollón. Así que, lo tenía ahí un poco fresco.
Te pilló la etapa en televisión dónde Camilo no era Camilo.
Yo soy del 94, ya cuándo yo tenía 17 o así, él ya estaba bastante recluido. "Mola Mazo" me suena de refilón, pero poco más. Y, la imagen de él en la tele alguna vez y ya mayor.
En nuestra generación tampoco ha sido tan valorado como podría ser. ¿Crees que esta es una manera de acercar a la gente joven al personaje?
Totalmente, es lo que más me ilusiona del proyecto porque creo que, encima ahora con las redes y todo, muchos grandes se convierten en iconos pop, en algo reducido a las risas algunas veces y con él pasó mogollón. Y, pasa también con más, como con Sara Montiel, que de repente, se convierten en otra cosa en programas del corazón. Y, luego, miras atrás, ves lo que fueron y a mí me sorprendió…
Fue muy fuerte lo que significó en su tiempo, pero sobre todo, en España porque cambió un poco la historia del país, y me parece un homenaje bonito. De esta forma, y con atresplayer, va a llegar a mucha gente joven, y se van a llevar una sorpresa. A mí me parece que es una de las cosas más guais.
¿Qué sorpresa te has llevado al estudiarlo e interpretarlo?
Cuando leí el libro que escribió él y hablando con Lourdes, descubrí una persona que no tiene nada que ver con la imagen que yo tenía de Camilo. Descubrí a una persona muy solitaria, que su camino fue bastante solo y eso hace que entendieras, aunque la serie no pasa por ahí pero va después. Me daba la sensación de que estaba conociendo a Camili un poco a raíz de leerle o ver muchas fotos.
Es un artista que dio tanto al arte y a la gente que se quedó con las cosas que no pudo dar, carencias… Me parece muy solitario su camino, esa fue mi sorpresa. Además, sentirme relacionado con cosas que decía en el libro muy personales.
¿Sientes que te ha afectado la información en algún momento? ¿Esa parte creativa ha cubierto ese misterio y soledad que no compartía como él era realmente?
Yo leí los libros, hablamos con Lourdes, vi muchas fotos… Lo de las fotos es curioso, porque había algunas fotos que me gustaba verlas y tratar de descubrir que escondía ahí detrás. Porque en los videos, él ya se pone una máscara y fue muy interesante descubrirlo en esa faceta.
También hay una parte que yo aporto con mi imaginación. Evidentemente, es lo que hago en esta historia, es lo que yo imagino y pongo mi punto de vista. Obviamente, no es un documental, entonces hay decisiones y cosas que hicimos con nuestro punto de vista y nuestra apuesta.
¿Te ha gustado recrear esa época?
Yo soy muy nostálgico, los 70 me encantan, y a mis padres les pregunté mogollón a raíz de esto. Hay cosas que no se viven igual ahora que antes: cómo se relaciona la gente o, por ejemplo, cuando él se va a Latinoamérica como fue el shock de ver a tanta gente agolpada. Ahora con las redes te puedes hacer una idea, gente que realmente le suben los seguidores.
Pero ahí, de repente, el venir de Alcoy a Madrid, llegar ahí y ver todo eso… Hay cosas que ubicándolas ahí se entienden de una manera distinta ahora, ¿no? No tiene nada que ver.
No había móviles, no había cosas…
No y las ideologías políticas tampoco. Levantar un musical cuando no se había hecho musical. Porque si, en España se habían hecho zarzuelas y revista, pero musical como tal no había llegado aquí. Intentamos imaginar lo que fue, pero no podemos realmente saber cómo se vivió. Fue muy heavy.
En la serie no solo haces de Camilo, sino también de Jesucristo Superstar. ¿Cómo era el enfrentarse a un proceso interpretativo de un personaje interpretando a Jesucristo?
Está muy guay en la serie, porque al final se centra sobre todo en eso, en el paso del artista, del solista a cantar en el grupo. Eso es una cosa que se habla en la serie y me parece muy bonito. Cuando él, que está acostumbrado a estar solo y ser él la masa, se incluye en el grupo y aprende a crear y a salir adelante en grupo. También, a necesitar y dejarse necesitar.
Ese paso se cuenta y tiene bastante humor, porque está Camilo Blanes, Camilo Sesto y Jesucristo. El paso de unos a otros está guay, porque él se confunde un poco… Llega al escenario acostumbrado a ser Camilo Sesto y Teddy Bautista, y el resto del grupo le dicen “eres uno más, relájate”.
¿Con qué canción te quedas de Camilo?
Con "Jamás". "Amor Libre" también me gusta.... Es que ahora lo pienso y se me olvidaron un montón de cosas.
No sé si con el hijo has tenido algún contacto para recabar información.
No, hablamos mucho con Lourdes, que es su madre. Yo por su hijo no le pregunté en ningún momento, tampoco sé como estaba en ese momento, pero hablamos con Lourdes y la abogada de la familia que estuvieron en contacto con nosotros. Con la abogada hablé mogollón y, me escribe a veces, es encantadora. Sobre todo, tuvimos contacto con ellas.
Sí pudieras hacerle una pregunta a Camilo Sesto cuál sería? Y, ¿por qué?
Le preguntaría si volviera atrás que hubiera cambiado de su vida o si hubiera podido decidir algo de otra manera que hubiera sido. Si algo hubiera cambiado el curso de su historia, que es algo que nos preguntamos mucho cuando hicimos la serie. Hablábamos antes del momento en que él decide dejar el musical y volver a ser solista, se hablaba mucho como él en el grupo estaba en comunidad y aprendía a estar en grupo.
A lo mejor, si hubiera seguido trabajando en los musicales o más arropado en una industria tan dura, su final hubiera sido otro. Es algo que nos preguntamos mucho y, de hecho, nos emociona mucho preguntárnoslo. Creo que es una incógnita y me gustaría preguntárselo a él.