El 3 de mayo de 2020 salí de casa asustado. Fue mi primera vez tras la proclamación del Estado de Alarma y mi primera vez poniéndome guantes y mascarilla quirúrgica. Lo que había visto por las noticias me tenía muy angustiado. Recuerdo que esos días todos encendíamos la luz del portal con el codo y respetábamos la señalización de las calles para caminar alejados del resto, como si de una distopía se tratase.
En cierta manera, un poco distópico si que era. Meses después ya estábamos en chiringuitos en la playa, copazo en mano y sin mascarilla para evitar la marca en el moreno. Es lo que tiene no haber concienciado suficientemente a la población. Es muy español tomarse las cosas importantes a broma.
Con este pretexto, nos encontramos en el pico de la tercera ola, con una irresponsabilidad generalizada fruto de haber olvidado aquel miedo al virus de cuando empezaba la pandemia. ¿Pero cómo se puede concienciar a una persona de lo duro y arrollador que ha sido y es la Covid-19? Mostrándole la cruda realidad.
Justo lo que ha hecho HBO con ‘Vitals’, su nuevo documental de tres capítulos que muestra el día a día de un hospital entre marzo y junio del 2020. Bajo la mirada sensible del cineasta Fèlix Colomer, ‘Vitals’ se adentra en la UCI de un hospital de Catalunya para vivir la realidad del virus con enfermeras, médicos, pacientes y familiares.
Un documental crudo y emocional
‘Vitals’ muestra la realidad sin paliativos, esa realidad que ningún medio de comunicación se atrevió a emitir durante la pandemia. Pone cara, nombre y apellidos a las personas que conforman las ingentes cifras de contagios y fallecidos. Explica la historia de personas que de la noche a la mañana se vieron inducidos al coma, con un boquete en la tráquea y luchando por vivir en un entorno marcado por la incerteza.
‘Vitals’ nos presenta a Isabel y Sílvia, dos doctoras que nos abren la puerta de sus casas para ver cómo es el día a día de un sanitario en plena pandemia mundial. Las vemos desbordadas, tristes, estresadas, pero también orgullosas y llenas de vocación por lo que hacen: salvar vidas.
Vidas truncadas por el virus
Las vidas son vitales en ‘Vitals’. Conocemos a pacientes y a sus respectivas familias. Vemos la evolución del virus en sus cuerpos, nos despedimos para siempre de unos, vemos salir a otros. Compartimos alegrías y duelos, victorias y derrotas contra un virus que ha cambiado nuestra vida para siempre. Fèlix Colomer consigue que seamos uno más de la familia de los pacientes, provocando que el espectador suelte más de una lágrima por la dureza de lo que muestra el documental. Un punto de vista nunca antes visto del Estado de Alarma en nuestro país.
En los últimos meses todos nos hemos planteado, en mayor o menor medida, mandar a la mierda todo. Cada día estamos más cansados, más tristes, más necesitados de amistades que nos abracen sin una mascarilla de por medio. Pero todo cambia cuando ves ‘Vitals’, pues es una bofetada de realidad que te obliga a ser consciente de la suerte que tienes de seguir vivo.
Y te acuerdas de ese miedo a tocar los interruptores de la luz del portal o de cuando te bajabas de la acera para no acercarte al resto de viandantes. Y piensas cuanto tardaremos en volver a olvidarnos de lo duro que es lo que estamos viviendo y en lo importante que es ser responsable en una sociedad llena de descerebrados.