‘La novia gitana’ fue sin duda uno de los grandes éxitos televisivos de 2022. La adaptación de la novela homónima de Carmen Mola tuvo una gran recepción por parte de público y crítica, igual que el libro. Por ello, Atresmedia no lo dudó y se puso manos a la obra para desarrollar ‘La red púrpura’, la segunda parte de la saga, que verá la luz este domingo 8 de octubre en atresplayer.
Producida por Diagonal y nuevamente bajo la brillante dirección de Paco Cabezas, se mantienen en el elenco prácticamente todos los actores protagonistas, como Nerea Barros, Mona Martínez, Francesc Garrido, Vicente Romero, Ignacio Montes, Lucía Martín Abello y Ginés García Millán. Además, en esta nueva entrega se incorporan también nuevos rostros como Roberto Álamo, Nuria González y Carmen Prada.
Seis meses después de 'La novia gitana'
La trama de ‘La red púrpura’ nos sitúa seis meses después del final de ‘La novia gitana’, en el que la inspectora Elena Blanco (Nerea Barros) recibía un inquietante vídeo con el que comprobaba que su hijo Lucas, desaparecido cuando era pequeño, estaba vivo. Sin embargo, y para su horror, también descubría que Lucas pertenece a la perturbadora Red Púrpura que mencionó Miguel Vistas (Darío Grandinetti) antes de suicidarse.
Seis meses después de este terrible descubrimiento, Elena (Nerea Barros) sigue obsesionada con esta investigación, sin permitirse ni un segundo de descanso. La BAC (Brigada de Análisis de Casos) ha puesto todos sus esfuerzos para encontrar a los responsables de esta terrible organización que distribuye vídeos y películas de un contenido extremadamente sádico, cruel y perverso. Sin embargo, y a excepción de Mariajo (Mona Martínez), la inspectora Blanco ha evitado revelar a sus compañeros que su hijo está entre ellos.
Con la poca información de la que disponen, la brigada intentará dar caza a esta misteriosa red que se encuentra en las profundidades de Internet y distribuye asesinatos en directo, torturas y demás actos horribles. No va a ser fácil, no solamente para Elena, por lo que implica a nivel personal. El resto de miembros de la BAC también van a sufrir las consecuencias de una de las investigaciones más duras a las que se han enfrentado nunca.
Un elenco cohesionado y excelentemente dirigido
Como ya ocurrió en ‘La novia gitana’, el personaje de la inspectora Elena Blanco es el epicentro de la trama, y en esta ocasión continuaremos conociendo todavía más su pasado y especialmente hacia dónde encamina su presente y su futuro más inmediato. Una vida marcada por el dolor y el sufrimiento que Nerea Barros logra impregnar de una manera descomunal.
Otros de los puntos destacados de esta temporada es la fortaleza del grupo de investigación, con unos personajes ya engrasados, que se conocen entre ellos y cuya química traspasa la pantalla. Personajes como Chesca (Lucía Martín Abello), Orduño (Vicente Romero) y Zárate (Ignacio Montes) son imprescindibles y, gracias a la buena dirección y el talento de sus intérpretes, tienen un tono excelente que da fuerza y entidad a la serie.
Todos los detalles están cuidados en ‘La red púrpura’: la fotografía lúgubre, la oscuridad, los escenarios naturales, el ritmo lento y pausado cuando conviene pero también trepidante y tremendamente efectivo. La duración de 50 minutos se ajusta perfectamente, con finales en alto que hacen arder en deseos de ver el siguiente episodio.
El tono de esta nueva entrega está mejor logrado que en ‘La novia gitana’, donde sí que había algunas subidas y bajadas de ritmo más abruptas, que por momentos ralentizaban en exceso el desarrollo de los acontecimientos.
En definitiva, ‘La red púrpura’ no decepciona y demuestra ser una excelente continuación de ‘La novia gitana’. Lo hace adentrándose en un universo aún más oscuro, turbio y sórdido que su predecesora. Un universo lleno de maldad, sufrimiento y consecuencias imprevistas para la inspectora Elena Blanco y todo su equipo, que cambiará sus vidas para siempre.