Un año y cuatro meses después de su exitoso estreno, ‘Heartstopper’ está de vuelta. La segunda temporada de la serie basada en los libros de Alice Oseman regresa este jueves 3 de agosto a Netflix con ocho nuevos capítulos, en los que veremos cómo prosigue la bonita historia de amor entre Charlie (Joe Locke) y Nick (Kit Connor).
Recordemos que en la primera temporada de ‘Heartstopper’ Charlie (Joe Locke) era un chico muy tímido e introvertido que mantenía una relación secreta con Ben (Sebastian Croft), un compañero de instituto que lo utilizaba sin tener en cuenta sus sentimientos. La aparición de Nick (Kit Connor) despierta el interés de Charlie, que poco a poco inicia un acercamiento, no exento de miedos, dudas y descubrimientos de su identidad, hasta que ambos se convierten en pareja.
La primera temporada de ‘Heartstopper’ fue aclamada por el público y la crítica, por apostar por una bonita historia de amor adolescente, sin caer en el morbo ni la banalización de otras series como ‘Élite’, y en especial por su cuidadosa representación de la comunidad LGTBIQA+. Pese a que muchas personas criticaron que la historia era excesivamente edulcorada e idealizada, pocas veces en televisión se había visto una serie tan cuidada y hecha con tanto respeto hacia el colectivo.
La bonita historia de Charlie y Nick continúa en ‘Heartstopper’
En los nuevos episodios de ‘Heartstopper’, seguimos el camino de Charlie (Joe Locke) y Nick (Kit Connor), con su relación ya consolidada, aunque todavía oculta para parte de su entorno. A diferencia de Charlie, Nick continúa teniendo “presunción de heterosexualidad” a ojos de todo el mundo, y el joven desea hacer pública su bisexualidad para poder avanzar y normalizar su situación, sin tener que esconderse.
Un proceso que no será fácil y en el que veremos los miedos y las inseguridades de Nick, por culpa de la presión de algunos compañeros del instituto o de ciertos miembros de su propia familia, que parecen sacados directamente del pleistoceno. Sin embargo, se trata de un fiel reflejo de la realidad del día a día que, desgraciadamente, muchas personas aún deben afrontar en pleno 2023, y eso en lugares del mundo donde supuestamente la mentalidad es más abierta.
Por su parte, Charlie (Joe Locke) asumirá con paciencia un proceso que él no pudo vivir, ya que los matones de su instituto le colgaron directamente la etiqueta de “el gay de clase” y fue objeto de burlas y mofas desde pequeño. Además, también deberá afrontar algunos traumas del pasado que todavía arrastra de su tóxica relación con Ben (Sebastian Croft), así como otra situación inquietante que preocupará especialmente a su pareja, Nick.
En medio de estas dificultades, el único espacio de libertad de Charlie y Nick es cuando están con su pandilla de amigos: Tao (William Gao) y Elle (Yasmin Finney), que continuarán con su particular historia, Tara (Corinna Brown) y Darcy (Kizzy Edgell), e Isaac (Tobie Donovan), que también explorará su sexualidad a lo largo de esta temporada.
Un inolvidable viaje de estudios a París
Con los personajes de ‘Heartstopper’ viajaremos a París, saliendo de esta forma del pasaje habitual de la anterior temporada y dando aún más colorido a la serie. Con este nuevo entorno y recorriendo lugares icónicos de la capital francesa como la Torre Eiffel o el Louvre, la serie se renueva y nos muestra otros escenarios para innovar y romper la monotonía.
En el elenco de ‘Heartstopper’ repite la maravillosa Olivia Colman, en el papel de Sarah, la entrañable madre de Nick, cuyas apariciones en pantalla son un regalo para el espectador. Además, en esta ocasión también tendremos la oportunidad de conocer a más miembros del entorno familiar de Nick, así como a un nuevo profesor del instituto, el señor Farouk (Nima Taleghani).
En definitiva, la segunda temporada de ‘Heartstopper’ continúa emocionándonos con la bonita historia de amor entre Nick y Charlie surgida de los libros de Alice Oseman. La serie cuida todavía más la representación del colectivo LGTBIQA+, convirtiéndola en un espacio seguro en el que todo el mundo se sienta incluido, y vuelve a demostrar que el amor puede vencer al odio.
Ojalá algún día podamos vivir en un mundo como el de ‘Heartstopper’. Hasta que esto ocurra, conformémonos con la serie, que no es poco.