laSexta estrena el próximo martes 24 de octubre una nueva temporada de ‘Enviado Especial’. Jalis de la Serna vuelve a viajar por el mundo para presentarnos la cara oculta que se esconde detrás de cuestiones que consideramos triviales de nuestro actual estilo de vida. Sustituye al cine que hasta ahora se había emitido en el segundo prime time de la semana de laSexta.
De este modo, en estos seis capítulos, que forman parte de la cuarta temporada de 'Enviado Especial', Jalis de la Serna viaja, de nuevo, por Asia, África y América para denunciar lo que ocurre allí. Se trata de lugares impactantes en los que la ropa que tiramos provoca tragedias medioambientales; las niñas y las mujeres son explotadas por turistas con dinero; o se siembran nubes y se manipula el medio ambiente.
Además, en los capítulos de ‘Enviado Especial’ los espectadores podrán ver cómo hay personas que viven aisladas del mundo, sometidas a tiranos que se perpetúan gracias a la riqueza energética que venden a terceros países. También lugares en los que los niños trabajan para proveernos de cacao; y en los que la gente muere porque los antibióticos ya no hacen efecto a causa de su empleo masivo. Unas situaciones de las que, a través de ‘Enviado Especial’, los espectadores tendrán conocimiento, de las que ya no podremos alegar ignorancia y que solo nosotros podemos contribuir a revertir.
Desde su estreno en laSexta, ‘Enviado Especial’ ha promediado un 7,8% de share, con un seguimiento medio de 1,2 millones de espectadores. Cerca de 3,7 millones de espectadores únicos en cada emisión. Además, el espacio documental subió hasta el 10% en Target Comercial, superando a su principal competidor.
Ropa basura, en el estreno
La fast fashion ha transformado la industria textil en la segunda más contaminante del Planeta. A nivel global, cada segundo tiramos en vertederos el equivalente a un camión lleno de ropa. ‘Enviado Especial’ viaja a Ghana para poner cara a esta catástrofe medioambiental, que empieza en nuestros armarios, y para desenmascarar a la industria que se está enriqueciendo con ello. ¿Podrá Ghana dejar de ser el basurero de Occidente?