'La que se avecina' ya ha estrenado su temporada 14 en Telecinco. A la espera de su llegada a Prime Video este viernes 10 de noviembre, la cadena de Mediaset ha estrenado en abierto el primer capítulo. Un episodio que presenta las nuevas tramas de la temporada 14, pero que también ha tenido guiños para 'Aquí no hay quien viva'.
Recordamos que la temporada 13 estuvo plagada de guiños a la serie original de Antena 3. Una de las más sonadas fue la referencia directa de Loles León a la muerte de su personaje. "Yo dejé de verla cuando tiraron a Paloma Cuesta por la ventana", decía en una conversación sobre 'Aquí no hay quien viva' con Fina.
De este modo, el estreno de la temporada 14 de 'La que se avecina' ha tenido un guiño directo a 'Aquí no hay quien viva'. En esta ocasión, ha estado protagonizado por Greta, el personaje de la presidenta interpretado ahora por Rocío Marín. La farmacéutica entraba el piso de los alquilados, en el bajo, al ritmo de "soy Greta, entro".
Por lo tanto, 'La que se avecina' ha hecho un guiño directo al mítico "soy Concha, entro", del personaje de Emma Penella en 'Aquí no hay quien viva'. De hecho, también lo hacía cuando entraba en el piso de sus alquiladas.
Así es la temporada 14 de 'La que se avecina'
En estos nuevos episodios, los Recio estrenan pescadería y van lanzados a recuperar su imperio. Sin embargo, la marquesa pondrá todo su empeño en desahuciarles del local de su hermana y hacerles fracasar. Antonio se defenderá llegando hasta donde haya que llegar.
Amador descubre algo inaudito sobre su salud que explica su pasado y que cambiará su vida. Fermín sigue intentando echarle morro y vivir según su código de pícaro de playa, pero ni Bruno ni el universo se lo pondrán fácil. Yoli encuentra por fin el amor con una relación tormentosa y estresante, como a ella le gustan, mientras Menchu sigue intentando meterse en su vida.
Maite descubre la importancia de la amistad, pese a ser forzada, mientras Greta intenta compaginar la presidencia del edificio con su papel de casera y su anodino matrimonio. Y, sobre todo, con los crecientes problemas que le crea su hija adolescente. Cristina y Martín, los nuevos vecinos, se instalan en el edificio recién llegados de su retiro soriano, para descubrir que quizá en el pueblo no se vivía mal.