'Salvados' somete a juicio a los móviles que tanto usamos este domingo 17 de diciembre. Y con un dilema que cada vez más voces reclaman abordar: prohibir o educar.
Gonzo se cuela en un encuentro familiar en casa de María Rojo, que es profesora de instituto y tiene dos hijos de 12 y 9 años. En su casa se han juntado abuelos, tíos, primos y nietos. En el encuentro, todos juegan con Gonzo a un juego de mesa que sirve para que compartan sus experiencias con el móvil. El juego revela datos sorprendentes como que es la abuela quién más utiliza el móvil.
Tras el encuentro familiar, Gonzo se reúne con cinco adolescentes y cuatro adultos para seguir el debate en torno al móvil. Cristopher, Sara Testa, Sara López, Marc y Oriana tienen 16 años y admiten que pueden estar hasta 12 horas al día mirando el móvil. Después de usarlo les cuesta mantener la atención, que sienten que pierden el tiempo y se aburren y que pierden horas de sueño. Sin embargo, aseguran que están capacitados para tenerlo y piden ser escuchados cuando se hable de regular su uso.
La preocupación por el impacto de las pantallas en los jóvenes hace tiempo que circula en las familias pero este pasado mes de septiembre, esta preocupación se ha concretado en la aparición de ‘Adolescencia libre de móvil’. Un grupo de padres y madres de Barcelona crearon un grupo de whatsapp para compartir información sobre móviles y adolescentes y en pocos días eran casi mil miembros.
Iniciativas parecidas han aparecido también en otras ciudades españolas.Es el caso de Elisabet García y Xavier Casanovas que forman parte de este movimiento. Están convencidos de que los jóvenes no deberían tener móvil hasta los 16 años y piden que las administraciones lo regulen, igual que están regulados otros derechos, y se prohíba definitivamente su uso en centros educativos.
Por otro lado, Francisco Villar, psicólogo infantil y juvenil, y Gemma Martínez, investigadora en la Universidad del País Vasco, se dedican a investigar la relación entre pantallas y jóvenes. Ambos coinciden en identificar el problema que suponen los móviles en los adolescentes, pero no piensan lo mismo sobre si se debería prohibir o no su uso a edades por debajo de los 16 años.